Todos conocemos ya la obligatoriedad de portar mascarilla en los espacios públicos en todo el territorio nacional. Sin embargo, hay una serie de excepciones en las que podemos retirarla como, por ejemplo, al comer o beber.
Llevarla colgado del brazo o del cuello no se recomienda. Guardarla directamente en el bolso o en el bolsillo no es una buena opción. Tampoco dejarla en la mesa del bar o restaurante ni en ninguna superficie, ya que puede ensuciarse o entrar en contacto con gérmenes y bacterias.
Ahí está el problema. Ya que, si no se guarda correctamente la mascarilla en los momentos en que podemos quitárnosla, no tiene ningún efecto beneficioso. Es más, puede ser, incluso, perjudicial.
Entonces, ¿qué opciones hay para guardarla correctamente y así, poder seguir utilizándola?
Lo más importante es que la mascarilla se guarde en un recipiente ventilado. Por ello, no pueden utilizarse los de material plástico.
1. PORTAMASCARILLAS
Son unos recipientes de cartón o de polipropileno reciclado creados únicamente para ese propósito. Cuentan con un sistema de cierre seguro y pueden limpiarse con el mismo gel hidroalcohólico que utilizamos para las manos. Este Portamascarillas, además de ser muy barato (desde 0,43€), puede personalizarse.
2. UN SOBRE DE PAPEL
La mascarilla puede guardarse en un sobre de papel, pero, eso sí, debe ser nuevo. No debe haber sido utilizado con anterioridad para ningún otro propósito. Puede reutilizarse si lo tratamos con las manos desinfectadas.
3. UNA BOLSA DE PAPEL O TELA
De la misma manera que con los sobres, la bolsa no debe haber sido utilizada anteriormente. Por eso, no nos vale la bolsa de la compra. Debe ser una adquirida especialmente para ello.